Tamales Santandereanos de Ila
Cuando era niño, la época navideña en mi casa paterna casi siempre
significaba tamales. Su preparación era el preámbulo para la cena de Noche
Buena. Desde temprano se iniciaba el ajetreo “tamalístico”, generalmente
dirigido por mamá, a quien sus nietos llamaban Ila, junto con mi hermana mayor, Dora,
quien vivía con su esposo y sus seis hijos muy cerca, en la misma área rural en
los Andes colombianos. Alrededor estábamos el resto de la familia: mi papá, mi
cuñado, y los chicos: mi hermana menor
y mis sobrinos, con quienes crecimos juntos casi como hermanos. Algunas
veces se unían otros tíos y primos, de tal manera que nuestra casa campestre
parecía más bien un campamento.
Nosotros, los chicos, pretendíamos ayudar pero en realidad nos
divertíamos más
hurtando bocaditos a escondidas. Pero con el transcurso de los años
todos aprendimos el arte del tamal de Santander, un área en el norte
del país, limítrofe con Venezuela, de donde mamá era oriunda. Años
después, cuando debimos enfrentar las navidades sin ella y sin
mi hermana Dora, los tamales han seguido siendo parte
importante de nuestras navidades, no importa el lugar del mundo
donde estemos. Podría decirse que son el ancla que nos une los unos a
los otros; y a todos con esa epoca de feliz despreocupación.
Hoy, cuando nuestros descendientes piensan en Colombia como ese
sitio lejano de donde vinieron los padres o abuelos, los tamales
(con las variaciones que ha introducido cada cual) siguen siendo la delicia que
congrega y aromatiza las conversaciones, ahora bilingües, de las
cenas de Noche Buena y los almuerzos de Navidad. Esta es mi versión de esos tamales.
Ingredientes
Porciones: 20
- 3 litros de
Fondo
(caldo) Claro
- 1 libra de harina de maíz
- 20 porciones de alas de pollo separadas (sin las puntas)
- 1.5 libras de
paleta (paletilla) de cerdo, sin hueso, cortada en cubos
- 1.5 libras de
aguja (paleta) de res, sin hueso, cortada en cubos
- 0.5 libras de tocino fresco cortado en cubos
- 5 tazas de garbanzos cocinados o en lata
- 2 tazas de zanahoria en rodajas
- 2 tazas de aceitunas
- 2 tazas de ciruelas pasas
- 1 taza de Auyama (zapallo, ayote, pipián. Sc:
Cucurbita), cocinada
y licuada
- 1/4 de taza de aceite o manteca de cerdo
- 3 tazas de “Aliño Freso II”
- 8 Hojas de plátano, asadas y desvenadas, cortadas en rectángulos de alrededor de 40 X 30 cm.
- Cordel de cocina
Preparación
- En una olla grande a fuego lento ponga el aceite. Agregue una taza de la mezcla de aliños y sofría unos 4 minutos.
- Agregue las carnes, excepto el tocino. Vierta el fondo y aumente a fuego alto. Ponga sal al gusto.
- Cuando hierva, reduzca el fuego a medio alto y cocine unos 45 minutos. Apague y deje enfriar al menos 1 hora.
- Saque las carnes y sepárelas según variedad en diferentes recipientes.
Refrigere.
- Compruebe la sazón del caldo. De ser necesario, agregue más sal, ajo, comino y/o tomillo a su gusto. Ponga media cucharadita de pimienta molida. El resultado debe ser un caldo muy bien sazonado, de sabor intenso.
- Agregue la papilla de auyama. Agregue la harina de maíz en etapas y lentamente. Revuelva bien cada vez, asegurándose de eliminar los grumos. Si es necesario, use una batidora. Al final, la consistencia debe ser una papilla espesa pero que se pueda menear con una cuchara.
- Para formar el tamal, disponga dos hojas de plátano, una sobre la otra, de manera que las nervaduras se crucen.
- En el centro coloque una taza de la papilla. Esparza unos cuantos garbanzos. Ponga una presa de carne, una de cerdo y una de pollo; dos rodajas de zanahoria, una
aceituna, un trozo de tocino, una ciruela pasa y una cucharadita de aliño.
- Cierre el tamal doblando las hojas por los extremos. Atelo con el cordel de cocina. Repita esta acción hasta terminar los ingredientes.
- En una olla grande coloque una rejilla, unos 3 centímetros arriba del fondo de la olla.
(Mejor si tiene una
olla tamalera de doble fondo). Sobre ella coloque los tamales de canto en varias capas. Ponga unas 4 tazas de agua, tape bien y cocine una hora
larga. Revise a mitad de camino y añada más agua de ser necesario.
- Apague, destape y deje reposar unos 20 minutos antes de servir.
Nota: Es posible refrigerar los tamales hasta por tres días y congelar hasta por un mes.